La encontró allí, en medio de la muchedumbre. En el lugar más inesperado, o puede que en el más predecible. Estaba realmente magullada, de manera que se acercó a ella con mucho cuidado, tratando de no dañarla más. Parecía estar acostumbrada a que se le acercaran con esa mezcla de miedo a romperla y de respeto ante su encuentro. Y no se sorprendió al ver cómo la mano de él la rozaba. Más bien fue él quien sintió lo que nunca hubiera querido sentir, o lo que siempre había estado en él pero nunca había admitido. Ella le miró a los ojos, y él comprendió que estaría allí durante mucho tiempo. Supo que, aunque nadie la quería, al final acompañaba a más gente de la que pretendía. Cogió su mano y caminaron juntos.
martes, 22 de julio de 2014
sábado, 19 de julio de 2014
Estrellando corazones
Tras una larga noche de insomnio un único pensamiento recorría su cabeza: ¿cómo hubiera sido todo si hubiera sido diferente...? Quizás el mundo no era triste, sino que eran sus ojos los que albergaban esa tristeza con la que empapaba y cubría todo lo que le rodeaba. Quizá no debía temer a sentir esa sensación de estrellar su corazón contra otro, sino dejar que la mirada de ese otro corazón ayudara a tapar la grietas del suyo.
lunes, 14 de julio de 2014
El sabor del anhelo
Y, al morder la manzana..., no supo decidir si su sabor estaba más cercano a lo dulce o a lo amargo..., lo que sí supo es que le daría otro bocado.
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