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viernes, 14 de marzo de 2014

El inhóspito viaje hacia una realidad imaginada

Escultura de Yoshimasa Tsuchiya
Abrió los ojos y, contra todo pronóstico, allí estaba ella. Tuvo que cerrar los ojos y volver a abrirlos para asegurarse de que aquello podía ser cierto. Y allí seguía ella, donde siempre había estado, a su lado. Alargó el brazo para tocarla y, cuando estaba a punto de rozarla, todo desapareció, incluida ella, y la estancia se convirtió en un negro habitáculo, más oscuro que una noche sin luna. No supo si moverse hacia lo desconocido o quedarse quieto abrigado en el seno de lo conocido. Y en medio de esa especie de reflexión, alguien le cogió de la mano y le susurró al oído que cerrara de nuevo los ojos. Puede que fuera el mejor de los consejos, o el peor de todos ellos, pero él decidió desasirse de la mano, y continuar solo.
Abrió los ojos y, tal y como había augurado, allí no había nadie...

martes, 11 de marzo de 2014

¿Quién mueve los hilos?


En las derivas y en las tormentas, en las tempestades y en los días oscuros, en los hundimientos y en los naufragios, en las noches que oxidan corazones...
Resistir: la erosión, el desgaste, la tristeza... Para sentir: la magia, la fascinación, la alegría...
Vías que se cruzan. Rosas y espinas dentro del mismo corazón.

viernes, 7 de marzo de 2014

Mujeres desnudas, extrañas, marcianas...

Roto por dentro y por fuera. Rota la cabeza, el cuerpo, el alma, roto por dentro el corazón. Cansado. Y entonces la vio. No la esperaba, apenas la reconocía. De entre todas las caras que había visto en su vida..., la vio deslumbrante, casi marciana. E inmediatamente se esfumó su tristeza. Volvió a correr la sangre, volvió a bombear de nuevo el corazón, volvieron a sucederse los días y las noches. Era primavera.