Roto por dentro y por fuera. Rota la cabeza, el cuerpo, el alma, roto por dentro el corazón. Cansado. Y entonces la vio. No la esperaba, apenas la reconocía. De entre todas las caras que había visto en su vida..., la vio deslumbrante, casi marciana. E inmediatamente se esfumó su tristeza. Volvió a correr la sangre, volvió a bombear de nuevo el corazón, volvieron a sucederse los días y las noches. Era primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario