Las personas son frágiles e irrepetibles, ¿lo son también los deseos?, ¿son los deseos imperecederos?, ¿basta con hacer toda la vida lo mismo para sentirse bien?, ¿cuál es la proporción entre las diferentes clases de deseos? Como todas las grandes cuestiones vitales, no puede reducirse a una fórmula matemática, ni a una receta gastronómica (porque a veces se añade una pizca de quién sabe qué y el sabor cambia por completo).
Ilustraciones: Andrea Petrlik |
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