Se dejó inundar, se dejó invadir por ella. No sabía por cuánto tiempo, pero prefería tenerla un instante a no tenerla nunca, aunque eso le fuera a hacer sentir aún más su falta, como si un hueco se abriera en su interior. Cada vez que partía algo se rompía dentro, pero al regresar a ella todo volvía a cobrar sentido. Como cuando se pone la última pieza a un puzle, sólo que ella no era la última pieza, sino la primera y única, la pieza imprescindible.
Ay ese río Cares tan bonito, gracias por utilizar esa foto :) me gusta lo que escribes , tiene que ver con eso que llaman completitud y que parece un gran error...muuuuaksssss
ResponderEliminarMás que "completitud" (semántica) podría denominarse fusión hiperbólica. Me alegro de que te guste, siempre se agradece recibir buenas críticas :)
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