Allá en la localidad cacereña de Coria, y delante de Ortega y Gasset, don Pío Baroja dejó para la posteridad la prueba de su desaliño gramatical. “No hay cosa peor —protestó— que pararse a pensar en cómo se dicen las cosas. Yo había escrito aquí ‘Aviraneta bajó de zapatillas’ y ahora no sé si se dice ‘Aviraneta bajó de zapatillas’, ‘bajó a zapatillas’ o ‘bajó con zapatillas’”. A don Pío le preocupó lo justo la corrección gramatical. Mientras que el Instituto Cervantes, alarmado por el deterioro de la calidad en el lenguaje, está mucho más preocupado, y por eso acaba de publicar Las 500 dudas más frecuentes del español, para que los ciudadanos que están interesados en expresarse con mayor precisión tengan un referente. Un buen intento. Aunque quizás ante dudas del tipo de las del gran don Pío, lo mejor sea decantarse por ir descalzo...
martes, 24 de diciembre de 2013
viernes, 13 de diciembre de 2013
Echar de menos, o echar de más, o la historia de cómo intentar completar un puzle
Se dejó inundar, se dejó invadir por ella. No sabía por cuánto tiempo, pero prefería tenerla un instante a no tenerla nunca, aunque eso le fuera a hacer sentir aún más su falta, como si un hueco se abriera en su interior. Cada vez que partía algo se rompía dentro, pero al regresar a ella todo volvía a cobrar sentido. Como cuando se pone la última pieza a un puzle, sólo que ella no era la última pieza, sino la primera y única, la pieza imprescindible.
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