Puede que algo tan ligero como un globo nos haga sentir que somos capaces de abarcar el mundo con una mano, que si seguimos ascendiendo las nubes se convertirán en nuestro hogar y la tierra desaparecerá para siempre, que desde ahí arriba, desde las alturas, somos los dueños de todas las almas y podemos leer en ellas sus secretos más íntimos.
Puede que algunos tengamos miedo a tocar el cielo con las manos y no querer volver a tocar la tierra con los pies, o será que tenemos miedo a tocar el cielo con las manos y no volver a tocar la tierra con los pies... en un futuro lo sabremos, ¿no?
ResponderEliminarPuede que el miedo sea a no saber si querremos volver a poner los pies sobre la tierra, y a darnos cuenta de que no podemos abarcar ni el cielo, ni la tierra, ni nuestras almas.
EliminarNos encontraremos en las alturas guerreros!.No tengáis miedo y dejar volar los pensamientos.Ícaro nos protegerá para surcar su medio y una vez abajo en la Tierra,los hermanos Mongolfied nos brindarán con su bautismo...:)
EliminarEsperemos que sea Dédalo, y no el joven Ícaro (que perdió sus alas al dejarse llevar por su deseo irrefrenable de alcanzar el paraíso), quien proteja a aquellos que se arriesguen a surcar el cielo.
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