(... que pueden ser los más grandes)
Aquellos que nos llevan a recordar que, aunque nos encontremos lejos de ser unos ángeles, estuvimos cerca de algo llamado... "¿Felicidad?"
(nota al pie: "¿Felicidad?" = fugaz instante, sensación momentánea, suspiro liberador, movimiento que cesa/quietud pasajera, armonía circunstancial, "elemento" que el ser humano quiere apresar sin tan siquiera saber dónde puede aparecer, pero que le hace permanecer alerta como lo está el cazador que persigue su presa, una presa tan feroz como letal, tan imaginaria como real, tan casual como fruto de un destino que podría estar escrito, o no)
Totalmente de acuerdo contigo Hera!.Todos esos pequeños momentos de la vida que muchas veces pasan inadvertidos por el ritmo rápido en el que vivimos,pero cuando de repente disfrutamos esos pequeños momentos nos hacen algo más felices.
ResponderEliminarUn saludo:)
Como cuando podemos pararnos a ver cómo el sol se deja vencer por la noche.
EliminarAyyy Hera Hera, bonitas palabras... si me permites mi humilde opinión desde la condición de padaguan, la felicidad es uno de los conceptos más destructivos creado por la mente humana. Concepto que todo el mundo persigue en forma de sensación y que nadie es capaz de conocer (ver Mathew Riccard). Localizamos la felicidad en el futuro y de paso la deslocalizamos, ese concepto siempre será causa de nuestras frustraciones al elevar nuestra exigencia hacia lo que no existe, porque el futuro no existe y todo lo que allá coloquemos denigra nuestro presente. La felicidad está únicamente aquí y ahora, yo no le voy a crear un tiempo porque cuanto más lo hago más se aleja. Las religiones nos ofrecen un paraiso, los juegos una fortuna, la televisión un cuerpazo...por poner algún ejemplo, todo el futuro que nos plantean será siempre más feliz que nuestro presente? aceptación y fluidez alejados del ayer y del mañana.
ResponderEliminarGracias Anónimo por tu gran aportación! Un pequeño "guerrero pacífico" me dijo algo así como que la felicidad era aquello que "llegaba de más", aquello que llega sin que lo esperemos, y que no por ser inesperado nos hace menos felices.
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