...


En medio de la gran barbarie natural, los seres humanos han logrado a veces (pocas) crear pequeños lugares cálidos que irradian algo así como amor. Pequeños espacios cerrados, reservados, donde reina la subjetividad, donde se establecen lazos y se enhebran vidas. Y son los propios seres humanos los únicos capaces de romper esos espacios, de hacer que aparezcan cicatrices, y también de lamer sus heridas y saber que ellos mismos pueden coser los desperfectos. Simplemente tienen que escuchar lo que sienten.

Comentarios

  1. Qué difícil es a veces escuchar, no ya a los demás, sino a uno mismo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Difícil escucharnos a nosotros mismos sobre todo cuando el ruido nos hace volvernos sordos, sordos ante lo que sentimos, sordos ante lo que queremos, sordos ante quienes tenemos cerca.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares