Viajes a lugares inciertos




Me enseñaste el mar, o descubrí su reflejo en tus ojos y quise adentrarme en él. Y ahora él está ahí, y su sonido es el tuyo, y mis pensamientos se han hecho suyos.




Comentarios

  1. Pocas veces dejará la luna que nos la llevemos debajo del brazo, pero siempre estará ahí con su brillo, haciendo que nos perdamos en viajes infinitos.

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