La exploración de la vida. La aventura poética de llevarla hasta lo desconocido sin límites. La exaltación de lo maravilloso, implacablemente. La celebración anticipada de lo que va a suceder. La fe incondicional en el azar objetivo. La dilatación de las venas, el fluir de la sangre, el latir del corazón. Entre los restos del incendio surge la interrogación acerca de nuestro propio destino, y brotan los elementos que reconstruyen los deseos. (Los días en rojo)
EL Bebedor de Lágrimas: Grcias por tu blog, gracias a el todo es mucho mas facíl de llevar.
ResponderEliminar7 de octubre de hace cuatro años, el mejor día de mi vida...
Te lo he puesto muy facíl.
Gracias a ti por seguirlo. Puede que sea tu recuerdo el que lo considera el mejor, y que no fuera sino el inicio de ese abismo, de lo inesperado de un destino incierto, de años más vacíos que llenos.
ResponderEliminarSiempre miraré tras de mí por si el "Bebedor" anda cerca, pero las lágrimas espero no tener que derramarlas (en todo caso al borde del mar, donde no ahogarían a nadie).