No es fácil enfrentarse a lo desconocido. Nunca nadie dijo que lo fuera. Al igual que las olas rompen, desplazando a quienes intentan cabalgar sobre ellas, y golpean el muro ahogando las voces con su estruendo, del mismo modo aparecen las sombras (de quienes son y de quienes fueron) tratando de convertirse en gigantes que pretenden ser los guardianes de aquello que siempre vuelve, cuidando de que el pasado nunca desaparezca, haciendo del presente un futuro incierto e infinito.
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