Cuenta una leyenda alemana, a la que Heine dedicó uno de sus poemas, que la colina Lorelei, la cual se alza sobre una de las riberas del Rin, albergaba a una ninfa despechada, víctima de un lance amoroso, que satisfacía su ansia de venganza cegando con sus destellos al atardecer a los desafortunados marineros que navegaban a su paso, hasta hacerlos naufragar. Una mirada crítica nos permitiría diferenciar entre la imagen real de la roca Lorelei y la adicional imagen irreal, o espejismo, de la ninfa así llamada.
De manera análoga, debatió Wittgenstein el aspecto metamatemático-filosófico del teorema de Gödel, pidiendo que seamos capaces de discernir la rocosa realidad de la demostración del teorema, del espejismo de los correlatos metamatemáticos de las fórmulas, esto es, del reflejo o imagen especular.
