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lunes, 28 de octubre de 2019

De La Linterna Mágica al Teatro Óptico



Fue en 1640 cuando el alemán A. Kircher inventó La Linterna Mágica, el primer proyector de imágenes, que permitía proyectar capturas de movimiento de forma consecutiva en unos cristales que se cambiaban de manera mecánica. Pero los avances en el mundo de la animación no fueron más allá hasta 1824, gracias al inglés Roget, quien inventó el taumatropo, un juguete clásico que muestra el principio básico de la animación. En 1834 Horner inventa el zootropo, artilugio compuesto por un tambor circular, que tiene unos cortes, en el interior del cual se incluyen los dibujos consecutivos. Pero será Reynaud, a finales del siglo XIX, quien consiga proyectar películas animadas en una gran pantalla para una mayor audiencia. Este invento, bautizado como Teatro Óptico, tenía además un valor añadido, acompañaba las imágenes con música, compuesta por el propio Reynaud, y con efectos sonoros, que dotaban a las proyecciones de mayor realismo y credibilidad, nunca vistos hasta ese momento.